Ha transcurrido mucho tiempo desde esta entrevista, Isabel Rey ha recorrido una larga trayectoria de música y talento. Este 20 de octubre de 2017, sigue sin embargo, teniendo tiempo para una labor creativa y solidaria, el proyecto, ya realidad de la IV Gala Lírica Endesa, dedicada a la Asociación San Juan, para colaborar con personas con discapacidad intlectual. Hace falta, cuando sea posible, otro encuentro y otra entrevista actualizada, para ponernos al día.
Gracias por todo, Isabel. Nos vemos.
Más información sobre la Gala Lírica Endesa del 20 de octubre en otro artículo de este mismo blog.
Una charla con Isabel Rey da para mucho. Se pueden intercambiar ideas sobre casi
todo, pero más aún se disfruta con la constelación de
posibilidades que ofrece la voz: el canto y sus misterios, los teatros, los
partenaires famosos, los directores de orquesta con los que se ha trabajado. Ha
hecho de su vocación una virtud esencial en su vida, prioritaria. Reconocida en
el panorama vocal internacional por una sensibilidad poco habitual y una
cuidada técnica vocal, a éstas se unen su capacidad teatral y una manera muy
suya de ver la vida y el arte. Estas son algunas de las cuestiones con las que se
pudo expresar y explayar en esta entrevista.
Gracias por todo, Isabel. Nos vemos.
Más información sobre la Gala Lírica Endesa del 20 de octubre en otro artículo de este mismo blog.
1)
¿Cuál fue su vivencia en el Festival de Salzburgo?
Debuté en el año 1995 con el Exultate Jubilate de
Mozart en el Mozarteum, una experiencia maravillosa que se retransmitió en
directo por radio a toda Europa y he tenido el honor de participar tanto en el
festival de Pascua, como en el de verano. La última vez que fui invitada fue
para cantar la ópera King Arthur de Purcell, bajo la dirección de Nikolaus Harnoncourt, en una producción muy divertida
en la que tuve que cantar volando, colgada de un arnés y que se grabó en DVD.
Tengo previsto volver en verano del 2012 con otra ópera, pero…no adelantaré
nada más.
2)
De todas las ciudades donde ha cantado, ¿cuál
elegiría? ¿por qué? ¿Y qué teatros escogería?
Sin lugar a dudas Viena. Es como una ciudad mágica
para la música. He cantado en todas sus salas: Konzerthaus, Musikverein,
Staatsoper, Teather an der Wien…
Viena es siempre algo especial, recuerdo mi debut
en la Staatsoper con la Susanna de Las Bodas de Fígaro de Mozart, como una de
las noches más maravillosas de toda mi carrera.
Si tuviera que elegir los teatros, escogería a tres: la Staatsoper de
Viena, La Opernhaus de Zúrich y el Teatro Real de Madrid.
3)
Usted tiene un repertorio sorprendente, diferentes
épocas, compositores, lenguas,
¿Cómo se conjuga todo esto?
Bueno, con
habilidad, mucho trabajo y estudio. Siempre me ha divertido aprender partituras nuevas y he practicado los
idiomas desde niña, veraneaba en Denia y había muchos extranjeros, así que si
quería jugar había que espabilar, jajaja!
Antes de acabar mis estudios de canto y piano, ya
hacía muchos recitales de lied y nunca me dio miedo cantar en alemán, por
ejemplo, que es una lengua preciosa pero muy difícil. Pronto pasé a la opera
con mucho Mozart, belcanto, Händel… algo ideal para un principiante y poco a
poco, a veces con un debut por temporada, a veces con cinco, he ido ampliando mi
repertorio en todas direcciones siempre con la batuta de grandes especialistas
como en el caso del barroco (con maestros como Christie, Harnoncourt, Koopman)
y también hacia la música del siglo XX
como Debussy, Stravinsky, Poulenc…
4)
¿Qué le enseñaron los grandes directores con los
que ha cantado?
¡Uf! Muchas cosas, ¡son tantos! Lo principal, a ser
profesional. Esto es: de Nello Santi,
ser muy escrupulosa al estudiar la música y la fonética del idioma en el que
cante; a explotar mi musicalidad y ponerla siempre por delante, y también a
mimar mi sonido hasta el límite; de Nikolaus
Harnoncourt llevar la pasión por la
música al día a día en la vida, me enseñó a
tener claro en la mente qué es lo que quiero hacer con un ritmo o una
melodía antes del momento de ejecutarla y que hay que olvidar la cuadrícula en
que se encerró a Mozart durante décadas, así como el concepto “leer entre
líneas” que también es posible en las partituras; de Ton Koopman el arte de la ornamentación improvisada, como se hacía
en tiempos; de Bill Christie cómo se
interpreta Rameau y su fantástica concepción del mundo barroco; de Michel Plasson la poesía de la ópera
francesa en general y a descubrir la enigmática escritura de Poulenc en
particular; de Franz Welser-Möst su
concepción casi aristocrática de la música, su curiosidad y su exquisita elegancia, debutar en Mélisande
con él fue simplemente delicioso.
5)
¿Cómo ha influido su ciudad, su región, el
Mediterráneo, en su personalidad y en su vocación musical?
Pues de modo inconsciente, supongo que me ha
marcado la luz y la fragancia de la flor del naranjo, en lo que se refiere al
gusto por el arte y la poesía en general y al hecho de que soy muy extrovertida
y amiga de vivir al aire libre. En mi vocación musical un coro, Los Pequeños
Cantores de Valencia, las bandas falleras de todos los meses de Marzo que viví
en Valencia…es un sitio sensacional para vivir, es inspirador.
6)
¿Qué nos contaría de sus maestros?
La suerte que tuve de encontrarme con ellos y no
con otros. Esa es una de las claves de mi sitio en el mundo. Mi primer maestro
de solfeo, Pepe Doménech Part, que no solo me enseñó el lenguaje musical, sino
que construyó mi oído con decenas de horas de ejercicios, me puso muchas
partituras debajo de los ojos y confirmó lo que mis padres intuían: que tenía
una voz con la que intentar hacer carrera. Después mi buena estrella me puso en
el camino a Ana Luisa Chova, que me dejó lista para embarcarme en la aventura
sin un solo tropezón, sus clases fueron ejemplares y excelentes. Mi encuentro
posterior en Barcelona con Juan Oncina y Tatiana Menotti, ambos ex cantantes y
grandes docentes, que me dieron el regalo de sus conocimientos del teatro y de
la escena. También mi marido durante una época fue mi maestro de canto y es una
de las personas en quien más confío porque siempre me dice la verdad y lo que
nadie se atreve a decirme, y eso es muy necesario en esta profesión. Si no
estuve a mi altura habitual, ahí está él para ayudarme a comprender por qué. Y
después he aprendido de los cantantes que he encontrado en el camino, Caballé,
Juan Pons, José Carreras, Agnes Baltsa, Ileana Cotrubas, Lucia Popp, Daniela
Dessi, Jonas Kauffman….y no puedo olvidar a los pianistas que me han acompañado
y enseñado lo que sabían y más, como Federico Rey, mi hermano y mi primer
acompañante, Miguel Zanetti y especialmente Alejandro Zabala. Indudablemente hay más personas, sería
interminable, he sido muy afortunada
7)
La voz es para usted el inconsciente, todo lo que
somos, reflejo de lo íntimo, como pensaba el director de teatro Roy Hart?
No conocía esta frase, pero no puedo estar más de
acuerdo. La voz soy yo y yo soy la voz. Siempre conmigo. Esté feliz o triste,
enferma o sana, trabajando o de vacaciones. Es una espada de Damocles muy dulce
que cuelga sobre mi cabeza todo el tiempo, cante o no. Si no he dormido bien, o
algo me sentó mal, me olvido. El canto no es solo lo que se ve en el escenario,
detrás de eso hay una jornada laboral como la de cualquier persona, aunque con
menos horas, pues los músculos de la voz se cansan.
El acto de cantar, cuando se hace correctamente,
permite poner en la paleta de colores de la voz las vivencias, los dolores, el yo
más intimo. La música tiene la virtud de llevarme a mundos sensoriales
desconocidos para los que no cantan, con emociones reales que atraen
pensamientos de experiencias propias, y a veces incluso las lágrimas. Cuando
una música establece esa conexión entre tu alma y tu voz, el solo recuerdo de
la melodía en cuestión o la oportunidad de escucharla en otras voces te
arrastra a esa felicidad única.
8)
¿Qué recuerdos conserva de sus masterclasses con
los famosos?
Son siempre recuerdos muy bonitos,
como la primera a la que asistí con 16 años en el antiguo Teatro Real, con
Alfredo Kraus. Recuerdo las ganas de aprender, de oír a otros cantantes, de
conocer gente…
Ya me parecen una época muy lejana de mi vida, pero fueron momentos muy buenos.
9)
¿Por qué ese interés en participar en óperas poco
conocidas como Ascanio in Alba, de Mozart?
En este caso en particular, porque prácticamente he cantado todas las óperas
de Mozart. Y hacer un Mozart en Viena es
una delicia. Como he dicho me encanta estudiar música nueva y aprendo con mucha
facilidad, y mientras sea adecuada a mi voz, no hay ópera poco conocida para mí,
¡a por ella!
10) ¿Cuáles
son sus roles preferidos? ¿Por qué?
Gran pregunta, casi todos los que he hecho, en
realidad. Pero tengo “superfavoritos”, claro, jaja! Por ejemplo, la Julieta de Gounod, por su
extraordinaria música; la Margarita del Fausto también de Gounod por su música
y lo atormentado del personaje; la María del Simone Boccanegra, es un personaje
exquisito y un gran Verdi; la Susanna de
las Bodas de Fígaro, ¡me divierto tanto!; Mélisande de Debussy también por su
música y por la historia tan enigmática, teatralmente es difícil y eso me
encanta; la Bohème…Traviata… Diálogos de Carmelitas.
11)
Está de acuerdo con Gerard Mortier cuando dice que
a veces no hay cantantes para determinados papeles como Norma, Don Carlos u
Otello?
Totalmente de acuerdo. Hay óperas en las que en un
determinado momento no existen los intérpretes ideales y es preferible no
programarlas en los grandes teatros donde el público espera lo mejor. Por
ejemplo, yo, hoy en día, no programaría Otello hasta que Kaufmann no decida incluirla
en su repertorio, el mismo problema plantea la Norma, sin embargo, un Don
Carlos sí se podría hacer ahora con un muy buen reparto.
No se trata de tener una voz con las notas, sino de
tener una personalidad musical para
encarnar el personaje como Verdi lo concibió y el público lo espera.
12) ¿Qué
podría decir de su colaboración con José Carreras?
Durante muchos años cantamos juntos por toda Europa
y recuerdo con especial cariño un concierto que hicimos en Berna para la
Fundación Carreras en Suiza. El Sr. Carreras es de los últimos “gentleman” que
quedan. Profesional, discreto, celoso de su intimidad, siempre impecable,
cercano y con la sonrisa al borde de los ojos. Es adorado fuera de nuestras
fronteras por toda su trayectoria y también ahora por su inestimable labor
humanitaria. Un gran cantante, amigo y gran persona.
13) ¿Cuánto
hace que no canta en el Teatro Real de Madrid y para cuándo hay perspectivas?
Canté la Susanna de Las Bodas de Fígaro en su
estreno en julio del 2009 y tras muchos
años de proyectos continuos en el Real,
ahora mismo no tengo ningún contacto con la nueva dirección artística…espero
que no se olviden de mi.
Aunque nunca será tan grave como mi falta de
relación con la Sra. Helga Schmidt y el Palau de les Arts de Valencia. En 25
años de carrera y con más de 1000 funciones sobre mis hombros, nunca he cantado
ópera en mi tierra.
14) Hay
quien dice que nuestra verdadera lengua materna es aquella en la que nos
enfadamos o contamos. ¿La suya cuál es?
El español. Aunque me he enfadado y
he contado en muchas más.
15) ¿Qué
recomendaciones le haría a los jóvenes cantantes?
No confundir éxito con mérito. Podemos ver en cualquier
aspecto de nuestra vida, muchas personas con éxito y popularidad, sin tener
ningún mérito que lo justifique. Que lean poesía y buena prosa, que estudien
idiomas, que vayan a museos…que se cultiven, que sean curiosos…
La prisa y el canto no casan, lo que no se aprende
bien, con el tiempo te impide cantar, te incapacita para cantar. Que busquen
los mejores maestros y sean críticos con ellos, que los pongan a prueba para
comprobar que saben lo que enseñan y que ellos aprenden correctamente. Que sean
humildes, que estudien y que se comuniquen con todos. No vale aislarse en lo
conocido. Cuanto más sales y más buscas, más consciente eres de tu situación en
el “ranking” de la vida.
Y algo muy importante también: tener una voz NO
GARANTIZA TENER UNA CARRERA, hacen falta muchas más cosas, concentración,
inteligencia….muchas otras cosas.
16) ¿Qué
opina del resurgimiento del interés por Haendel y la música barroca?
Al principio parecía una moda, pero afortunadamente
hay un núcleo de músicos muy importante decidido a desempolvar toda esa música
maravillosa. Solo tengo un apunte que dar por propia experiencia: ojo con esas
voces desprovistas de vibrato y expresión: el barroco fue una época de excesos
en todas las artes, hay testimonios por toda Europa. Desgraciadamente no hay
registros sonoros de la época aunque sí literatura. ¿No estaremos haciendo en
algunos casos un barroco aséptico? ¿Un barroco que es barroco en todo menos en
las voces?
17)
¿Nos queda en música, en ópera algo por descubrir?
Estamos ante
un arte infinito, no solo por lo que hay ya compuesto en el pasado, sino por lo
que nos puedan aportar los nuevos compositores de ópera. Además siempre
existirán artistas con capacidades distintas que interpretarán la música con
sus propios ideales estéticos, haciendo que sea distinta.
18) ¿Qué
importancia tiene lo gestual, la interpretación en la ópera?
En efecto es tan importante como uno puede
imaginar, es el complemento necesario para que la composición musical entre a
través de los ojos y los oídos del público, para hacerla comprensible. La
personalidad que un cantante imprime, a través de los gestos a un personaje, es
capital para el fabuloso trabajo de conjunto del director de escena. En mi
caso, la interpretación de un personaje unida a su música, en alguna ocasión,
me ha llegado muy hondo, dejando como un poso filosófico; una vivencia que
aprovecho para otros personajes y otras músicas. Dos de mis trabajos a nivel
interpretativo me han marcado profundamente: el papel de la Belleza en la ópera
de Haendel “Il trionfo del tempo e del
disinganno”, y el personaje de Blanche de los Diálogos de Carmelitas de
Poulenc.
Qué duda cabe de que el reto mayor es satisfacer
tanto los deseos del director escénico y del musical, como mis propios
objetivos en el canto, una combinación nada fácil, que es siempre el objetivo
de mi trabajo.
¡Pues no lo sé con certeza! Parte es innata, parte supongo que es de mis
juegos de infancia con niños de muchas nacionalidades y parte es porque me
gustan mucho las lenguas extranjeras, y pongo todo mi interés en intentar aprenderlas
bien. Y claro, me gusta mucho hablar…
20) ¿Qué
nos puede contar de su trabajo con Cecilia Bartoli que vuelve este mes al Real
con Haendel?
He trabajado muchas veces con ella y es una profesional inmensa. Es exquisitamente musical y tiene
una química con el público extraordinaria. Es una gran artista sobre todo, muy generosa
con su canto, se entrega al máximo y la felicito, como ya felicité a Pereira,
por su nombramiento como directora del Festival de Pascua de Salzburgo. Tiene
todas las cualidades para hacer grandes proyectos, como ya ha hecho y sigue
haciendo en su carrera como cantante. Y… ¡por fin un cantante en un puesto así!
21)
¿Cómo encaja en la ópera su inquietud por el mundo
del lied?
Encaja divinamente porque mi pasión es cantar. ¿Cómo cerrarse, con un
espíritu artístico tan inquieto como el mío, a un mundo poético y musical tan
inmenso y rico como el del Lied?
Mis primeros pasos en los escenarios fueron recitales de Lied, en español,
en alemán, en italiano…es un campo infinito y por tanto nunca completamente
explorado.
22) Usted
escribe poesía, ¿Qué poetas la han inspirado, la seducen?
Muchos, leo poesía desde muy niña gracias a mi madre, los principales son
Becquer, Luis Cernuda, Pedro Salinas, Alfonsina Storni, Idea Vilariño,
Apollinaire, Heine…muchos.
23)
¿Qué experiencia puede
contarnos de su Don Pasquale con J.D.Flores?
En estas óperas tan divertidas, a veces uno no
tiene la sensación de estar trabajando. Juan Diego es un hombre tranquilo, muy
preparado, con ganas de ayudar a que las escenas salgan bien y que aunque haya
que correr en escena se plantee con la mayor pulcritud para poder rendir como
su público espera. Estuvo sensacional, emotivo y con ese toque de genialidad
que brilla en todo lo que hace. Próximamente grabaremos L’Elisir d’amore
también de Donizetti, en DVD. Un
auténtico placer repetir con él.
24) ¿Cómo
definiría su labor humanitaria en varias instituciones?
Siempre procuro hacer varios conciertos benéficos al año y suelo
comprometerme con cualquier institución que me lo pida. Recuerdo con especial
cariño, mi colaboración con el Teatro Real al llevar la ópera a la cárcel de
mujeres…fue impresionante. Mi disposición a cualquier obra social, o de
formación de jóvenes estará siempre ahí.
25) ¿Cómo
conjuga la vida profesional y la personal y/o familiar? (Una pregunta más que
habitual y clásica)
Bueno, intentando dar un poco a todos. ¡Jajaja!
Aunque es difícil. Lo que más duro se me ha hecho es ver cómo mis sobrinos
crecían a velocidad de vértigo y yo me lo perdía. Hemos faltado a bodas,
bautizos, entierros, fiestas de cumpleaños, en fin, toda clase de eventos
familiares en los últimos 20 años.
26) Si
Usted fuera un color sería………..
El añil
27)
Su perfume predilecto………
Chanel Nº 5
28) Se
definiría como una “fashion victim”?
¡Para nada!
29) ¿Tiene
animales en casa? ¿Si los tiene, cómo se arregla cuando viaja?
No, no tengo animales, es incompatible. Me gustan los perros grandes.
30) Un
pensamiento positivo…………
“Esto pasará” escrito en una
tarjeta, para leerlo en los malos momentos, y también en los buenos.
31) Un
recuerdo agradable…
Mis inmersiones en Maldivas.
32) Un
deseo para el futuro a medio y largo plazo……
Para todos: salud y que vuelva la cordura a la sociedad, y a largo plazo,
que la cultura en Europa sea una fuente de creación de riqueza.
33) ¿Qué
planes hay para 2011, etc.?
Para el 2011 tengo tres debuts muy importantes; el
papel de Amalia en I Masnadieri de Verdi junto a Thomas Hampson y Fabio
Sartori, mi debut en el Secreto de Susanna de Wolf-Ferrari y el debut en la Traviata
de Verdi con Piotr Beczala ya hacia el final de la temporada. Para la
primavera espero que esté ya a la venta mi último CD con música española acompañada
por Alejandro Zabala.
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